El
buscador de oro
Fernando
López Milán
Poesía
Primera Edición, 2009
156 págs.
Se
supone que la fábula
es un asunto imaginario y maravilloso, en
la que los animales hablan, y en fin de cuentas,
nos dejan una enseñanza práctica.
Pero en estos textos, la mirada irónica,
profunda, alucinada, del entorno, nos permite
escuchar la voz endiablada de un insecto
(como el de Kafka), de un niño, o
del recuerdo de una mujer, de un pájaro
o de una catedral, voz que viene de la nada
existencial, a perturbar el silencio de los
otros.
Fernando
López,
malabarista de la síntesis, dice que
en alguna parte estaba todo el mundo, sólo
faltaba el lobo. Yo pienso, que es en estas
fábulas donde se encuentra, de cuerpo
entero el lobo, y, quién sabe, también
el Santo de Asís.
Raúl
Pérez Torres
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