La
canción de la rocola
María
Eugenia Moscoso
Ensayo
Primera Edición, 1999
246 págs.
Sobre
el libro, Santiago Páez ha dicho
lo siguiente:
Pueden estar en la penumbra o alumbrados
por la luz azul del neón; pueden
beber cerveza, ron o aguardiente; pueden
conversar sobre fútbol, sobre
política o sobre la vida y sus
pesares; pueden encontrarse en un pueblo,
en una ciudad pequeña o en la
capital, cerca de un mercado, unas
oficinas públicas o una Universidad.
Son un grupo de hombres jóvenes
o de mediana edad y permanecerán
algunas horas en el salón o
cantina que los acoge.
En principio, se podría afirmar
que se dedican a beber y divertirse
y, en verdad, es así; pero hay
un elemento más en el lugar;
una ROCOLA. Y gracias al artefacto
escuchan música, y n las letras
de esas canciones encuentran modelos
para comprender el mundo, pautas de
conducta, ejes de axiológicos
que les permiten valorar acciones y
situaciones.
Como lo señala Henri Lefevre,
la taberna es un ámbito de socialización
y, en nuestra cultura, la música
que suena desde la ROCOLA es un componente
fundamental de esa socialización.
En gran medida, los ecuatorianos hemos
aprendido sobre el mundo y sus conflictos
escuchando que, en la relación
con nuestro entorno social, podemos
exigir: déjenme vivir mi vida,
yo no soy malo con nadie, a nadie le
pido, a nadie le debo...; que a las
mujeres les podemos jurar: no puedo
verte triste por que me mata, tu carita
de pena, mi dulce amor...; que las
decepciones amorosas nos deben llevar
a pedir: mozo sírvame la copa
rota sírvame que me destroza
esta fiebre de obsesión...;
porque, en la última instancia,
siempre podemos contar con el: licor
bendito, que alejas los pesares...
La música de ROCOLA, como podemos
ver, es, nos guste o no, una de las
vertientes de nuestra identidad. es
por eso que María Eugenia Moscoso
la estudia en este libro, con la rigurosa
metodología y sobre una consistente
base teórica. Este trabajo es,
por tanto, fundamental: nos permite
comprendernos un poco más, saber
qué somos como somos... en fin,
entendernos.
|